Te dicen algo, critican algo de ti… Tus ojos empiezan a hincharse, tu mandíbula a desencajarse y muestras los dientes como un pitbull a punto de atacar, tus mejillas se van sonrosando como el payaso del McDonald’s y los ojos terminan hinchándose y enrojeciéndose hasta un punto que se salen de sus órbitas y tu pierdes completamente los papeles, no aceptas ni una maldita crítica pues tu eres perfecto así que antes que callarte y escuchar protestas con un enérgico: “Pero…” o “No…”.
Luego en tu casa empiezas a odiar a la otra persona y a desacreditarla, como buen cocinero desmenuzas cada frase, cada palabra para atacar con tus argumentos. Al final y después de una larga lucha interna sales ganando: tú llevas la razón: esa crítica no tenía ninguna validez.
Atención, no estoy diciendo que contradecir una crítica sea no aceptarla, aunque deberías escucharla entera antes de contradecirla, estoy diciendo que la mayoría de las críticas no son aceptadas por la mayoría de las personas y son aniquiladas sin siquiera haberse terminado.
Cabe decir que si bien es cierto que las personas que suelen hacer críticas no son precisamente el mejor ejemplo para ofrecer consejos y que además ellos mismos son incapaces de aceptar críticas. Yo he vivido muchas veces la situación de recibir críticas dónde la persona que me las hacía era precisamente la menos indicada del mundo para hacerla, no estoy diciendo que no tuviera criterio sino que su criterio era completamente nulo, imagínate por ejemplo alguien incapaz de mantener una relación de pareja que te da consejos para tener una pareja duradera y te dice que lo que haces no es correcto, esa gente te aseguro que existe y muy a menudo.
Yo en la mayoría de las ocasiones acepto las críticas y me quedo callado, pero ya sea por el momento, lugar o simplemente por la chulería o nulidad de la crítica alguna que otra vez las he refutado porque no me parecía para nada correcta, ni bien hecha ni mucho menos con intención de ayudar, sino con el querer mostrar su superioridad (que por cierto no tienen).
Yo contrarresto la crítica de forma educada y bien explicada y la otra persona me suelta: “no aceptas las críticas” a lo que yo suelto: “y tú tampoco, yo estoy diciéndote mi opinión y no la estás aceptando al decirme eso”.
Esta es una situación muy curiosa que demuestra que quien hace las críticas es precisamente quien menos las acepta. Pero todo esto que te estoy diciendo es información para que no te líes y para que te ayude. Te lo estoy contando para que no des esa importancia tan sobre exagerada que se la da a una crítica.
Una crítica es una crítica de 1.000.000 de opiniones que puede tener la gente de ti en toda tu vida, ¿porque te la tomas tan a pecho?
Lo más positivo y bueno es escucharla, simplemente escuchar y sigues con tu vida. Luego más fríamente analiza en casa si esa crítica no te va a servir para mejorar o si por el contrario puedes coger algo de ella.
Es muy importante que no deseches jamás ninguna crítica pues hasta de las más destructivas y hechas a cuchillo se puede aprender, no digo que las toleres y digas: “es una crítica como otra cualquiera” porque si son insultos y descalificaciones son eso, nada más, pero luego pregúntate que puedes coger de esa crítica para mejorar. Yo lo hago y me ha servido porque la gente que va a hacer daño con mentiras, calumnias… siempre intentan sacar lo peor de ti o buscan los puntos más débiles para exagerarlos.
Coge esos puntos débiles que te han sacado y fortalecerlos es saber tomarte una crítica aunque sea una mierda de crítica. A mi particularmente quien más me ha ayudado a mejorar a parte de los mails diarios de agradecimiento son las críticas negativas y constructivas. Que aunque borre comentarios porque se llenen de insultos cada vez intento controlarme más, voy permitiendo algunos y contestando con educación…
Realmente el proceso de aceptar las críticas es difícil, más que nada porque la mayoría de las críticas no están bien hechas. Me refiero a que alguien que critica lo suele hacer con mala leche porque ha visto un comportamiento en ti que le ha provocado malas emociones y a partir de ahí, seguramente medio cabreado, te critica. Ese tono de enfado y tal vez de un poco prepotente es lo que despierta en ti una contra-reacción negativa. Pero no siempre es así, porque las personas sea una crítica amable o mala se enfadan igual porque choca con su ego. Yo he intentado hacer ya no diría críticas, sino sugerencias, y casi nadie las acepta. Enseguida te ponen contras y peros sin ni siquiera haber terminado. Y no te digo críticas, sino sugerencias que son mucho más leves de tono y forma que las críticas, pero igualmente no son aceptadas.
Como aceptar una crítica
El mejor modo de aceptar una crítica es escucharla toda y luego o bien callarte y guardártelo para ti para digerirla en casa y aceptarla o desecharla o bien escuchándola y luego dando tus argumentos de forma educada y ordenada de porqué no estás de acuerdo.
Estas son las dos mejores formas de aceptar una crítica. Es importante conservar la calma, sobretodo en críticas negativas que van a hacer daño más que criticar constructivamente. Hay que saber diferenciar entre simple desprecio o crítica constructiva, la crítica constructiva jamás va a hacer daño y contiene mucha educación, la mala crítica ni siquiera debería llamarse crítica y de constructiva no tiene nada, pero ambas tienes que aceptarlas y utilizarlas para mejorar, ya sea si desechas la crítica o si coges algo de ella para mejorar.
Yo te lo recomiendo, reflexiona un poco sobre las críticas vengan de donde vengan, hazlo con calma porque muchas críticas por muy negativas que sean terminan ayudando.
This entry was posted
on lunes, septiembre 19, 2011
and is filed under
PSICOLOGIA
.
You can leave a response
and follow any responses to this entry through the
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
.