“Acabo de verla. Para ser más exactos, de sufrirla. Me parece una notable idiotez. Una tragedia que logra involuntarios efectos cómicos, una oquedad vistosa”, ha escrito Boyero en un encuentro digital con internautas. “Como en Los abrazos rotos y en otros desdichados dramas de Almodóvar, no logro creerme nada”, añadía.

Pero sus dardos envenenados no se han quedado ahí. Boyero también ha tenido palabras para el propio cineasta y para su protagonista, Antonio Banderas. “Leo una entrevista en la que Almodóvar declara a Luis Buñuel su padre artístico. Y mi ataque de risa es inmediato”, dice respecto al realizador.  A mí la interpretación de Banderas me parece tan grotesca como la película. Yo le prefiero de lejos interpretando al Zorro. O componiendo a aquel atrevido y desamparado personaje en la excelente Átame”.

Asimismo, también ha lanzado alguna pulla a la crítica internacional, la cual ha recibido de manera positiva la cinta e incluso la ha incluido dentro de las favoritas a llevarse la Palma de Oro. “Me cuentan que aquí ha gustado bastante. La gente que se ríe en las secuencias pretendidamente llenas de horror y de sentimiento, creen que Almodóvar está de broma, que obedece al sofisticado e irónico mundo con el que lleva teniendo éxito desde hace tanto tiempo. Allá ellos y su diversión”.

Sin embargo, las palabras de Boyero no sorprenden demasiado si tenemos en cuenta la especial fijación que tiene el crítico con Almodóvar, algo que ya provocó las protestas del propio cineasta. “¿Es posible que el diario El País no encuentre a nadie mejor para enviar al festival de Cannes, el festival de cine más importante del mundo? Alguien que ame de verdad el cine, que no se queje de los horarios ni de los camareros franceses”, escribió el manchego en su blog tras las críticas a Los Abrazos Rotos.

Tras esto, El País respondió a Almodóvar a través de un comunicado del Comité de Redacción del rotativo. “Olvida Almodóvar mencionar la cantidad de páginas que se han dedicado antes del estreno a su película, ‘Los abrazos rotos’. Las rabietas y las pataletas no engrandecen su figura”.